No traten de disipar mi dolor con grandes regalos y diversiones. Me duele el corazón y éste no sana con risas sino con caricias. Todo lo que necesito es la garantía de que, aunque estén separados, ninguno de los dos me abandonará.
Díganme con palabras y actitudes que puedo seguir amándolos a los dos y ayúdenme a mantener una relación estrecha con ambos. Después de todo, fueron ustedes quienes se escogieron mutuamente como mis padres.
Orientaciones educativas
Ayudar, únicamente, cuando existe en el adolescente conciencia de necesitar una ayuda o deseo de aceptarla. Si no es así aumentará la actitud de rechazo. Vuestra función será poner medios para que el adolescente descubra los límites de sus capacidades y crear deseos de ser ayudado cuando lo necesite verdaderamente. No se trata de pedir ayuda abiertamente (esto quizás no lo haga nunca porque le parece humillante), se trata más bien de saber detectar la situación. En ocasiones, el mejor procedimiento para conseguir esto es permitir que el hijo se equivoque.
Es importante que el adolescente refuerce sus recursos para defenderse de las influencias negativas del ambiente, especialmente de las que se derivan de las modas perniciosas y de la manipulación publicitaria de la sexualidad y los valores. Para conseguir este propósito es importante “abrirles los ojos”; es decir, proporcionarles información adecuada a su edad acerca de qué es la manipulación y cuáles son sus efectos.
Es fundamental, igualmente, fomentar la reflexión y el sentido crítico para que no acepten indiscriminadamente todo lo que se les propone u ofrece.
Es el momento de enseñarles a pensar, a informarse, a decidir y a realizar lo decidido responsablemente.
Es necesario que los adolescentes obtengan información acerca de sí mismos y de la realidad exterior, y que aprendan a actuar en conciencia con dicha información. Ello supondrá lo siguiente:
En el periodo de la adolescencia ya son plenamente conscientes de sus posibilidades aunque no tanto de sus limitaciones.
Aparece el conflicto interior de forma intensa y mantienen casi siempre un comportamiento negativo hacia los mayores.
Exigen ser tratados como adultos porque se sienten tratados como niños. (Decía un adolescente a su padre “No me trates como a un adulto porque aún no lo soy, ni como a un niño porque he dejado de serlo”).
Estas evaluaciones corresponden a las primeras etapas de la vida del niño y servirán a los padres para conocer si el desarrollo de su hijo sigue el ritmo evolutivo adecuado. Analizaremos las características generales del niño de 10 a 12 meses. ¿Se pone de rodillas? ¿Se mantiene de pie sin ayuda? ¿Utiliza la pinza digital?
Las personas que tienen anorexia suelen someterse a los deseos de los demás y no han aprendido a hacer frente a los problemas típicos de la adolescencia, del crecimiento y de lograr cierta independencia. Se cree que restringen la comida (en particular los hidratos de carbono) para obtener una sensación de control en una o más áreas de sus vidas.
Las personas que sufren bulimia (y el trastorno de atracones compulsivos) típicamente consumen enormes cantidades de comida de una vez, en general comida «basura», para reducir el estrés y aliviar la ansiedad. Detectar la bulimia a tiempo es fundamental para mejorar la recuperación de la persona que la padece.
El fenómeno de las redes sociales forma parte de la vida de nuestros hijos. Han generado nuevas formas de relación. Para ellos son una forma de ser y ser vistos. de comunicarse con sus amigos, de establecer relaciones nuevas o contactar con personas que tienen intereses afines.
Los especialistas han detectado que los adolescentes del siglo XXI tienen unos hábitos de consumo de drogas distintos a los que existían hace sólo 20 años. La heroína ya no es la principal droga, pero el cannabis, la cocaína y las drogas sintéticas ocupan su puesto con mucha fuerza. No son drogas tan asociales, pero siguen siendo muy nocivas.
Cualquiera puede sentirse triste a veces. Sin embargo, los trastornos del estado de ánimo son más intensos y más difíciles de controlar que los sentimientos de tristeza normales.
También es preocupante si estos sentimientos se prolongan por un largo período o si interfieren excesivamente con el interés del individuo en la familia, los amigos, la comunidad o el trabajo.
Se inician paulatinamente, por lo general en la niñez o adolescencia, pero pueden comenzar también en la edad adulta. Son más frecuentes en las mujeres y a menudo se presentan en parientes de las personas afectadas.
La Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Juvenil da algunos signos de alerta que pueden indicarnos si hay un problema de consumo de drogas:
- Fatiga constante, quejas sobre el estado de salud, ojos rojos o resfriado pertinaz.
- Cambio de personalidad, cambios de humor súbitos, conducta irresponsable, depresión, falta de interés y de motivación.
- Bajón en las notas, ausencias injustificadas, problemas de disciplina.
- Nuevos amigos que les hacen pasar muchas horas fuera de sus ámbitos habituales, cambios en a forma de vestir o en los gustos musicales.
¿Se gira indistintamente si está boca arriba o boca abajo? ¿Se arrastra apoyándose sobre el abdomen? ¿Se incorpora cuando está tumbado?
Estas evaluaciones corresponden a las primeras etapas de la vida del niño. Servirán a los padres para conocer si el desarrollo de su hijo sigue el ritmo evolutivo adecuado.
La mayoría de las personas que sufren trastornos alimentarios pueden compartir ciertos rasgos de personalidad y desarrollan rituales anormales de alimentación.
¿Levanta y ladea la cabeza con firmeza mientras está tumbado? ¿Mantiene las piernas extendidas cuando está tumbado? ¿Localiza los diferentes estímulos?
Estas evaluaciones corresponden a las primeras etapas de la vida del niño. Servirán a los padres para conocer si el desarrollo de su hijo sigue el ritmo evolutivo adecuado.
Os daremos algunos consejos para vuestros hijos sobre el uso responsable de las redes sociales. El objetivo será educar un correcto uso de Internet y redes sociales; que entiendan que no deben hacer en la Red lo que no harían fuera de ella y que tomen conciencia de que, a pesar del ‘aparente’ anonimato los contenidos una vez colgados siempre dejan huella.
¿Se pone boca arriba y/o boca abajo cuando está de costado? ¿Sostiene objetos con presión involuntaria y los mueve? ¿Extiende las piernas, empuja y patalea?
Estas evaluaciones corresponden a las primeras etapas de la vida del niño. Servirán a los padres para conocer si el desarrollo de su hijo sigue el ritmo evolutivo adecuado.
La utilización de las nuevas tecnologías de forma inadecuada puede generar adicciones graves. Muchos lectores de nuestro consultorio nos solicitan orientaciones o soluciones a los múltiples problemas que hoy presentan nuestros jóvenes.
El desarrollo del lenguaje es uno de los aspectos más característicos en la infancia. Las alteraciones se asocian, a menudo, con problemas de fracaso escolar, baja autoestima, etc.; por ello, es conveniente detectar cuanto antes posibles dificultades y procurar la intervención terapéutica temprana.
El TDAH es un trastorno de la conducta infantil. Se trata de niños que desarrollan una intensa actividad motora, que se mueven continuamente, sin que toda esta actividad tenga un propósito. Van de un lado para otro y pasan de una tarea a otra dejándolas todas sin terminar. Esta hiperactividad aumenta cuando están en presencia de otras personas, especialmente con las que no mantienen relaciones frecuentes. Por el contrario, disminuye la actividad cuando están solos.