La adolescencia, un periodo lleno de cambios

La adolescencia, un periodo lleno de cambios

En un estudio realizado por la Clínica Familiar Delphos encontramos las siguientes conclusiones sobre el momento del cambio de etapa (de la infancia a la adolescencia):

  • De la necesidad que existía durante toda la infancia de los apoyos de la madre, se pasa ahora a tener una gran necesidad de los apoyos del padre, lo que le exige que se convierta en el principal protagonista de esta etapa (lo que no significa que la madre deje de tener un papel esencial).
  • De una aceptación total de las ayudas de su madre pasan a no desearlas, rechazándolas en muchas ocasiones e, incluso, ridiculizándolas.
  • Pasan de un desarrollo físico ordenado a un desarrollo físico desordenado.
  • De crecer y relacionarse en torno a los afectos y sentimientos, comienza a predominar la razón, iniciándose el descubrimiento de su yo personal.
  • De saber lo que quieren, pasan a saber lo que no quieren.
  • De ser abiertos, equilibrados y seguros, empiezan a cerrarse en sí mismos, y a sentirse emocionalmente desequilibrados e inseguros.
  • De mantener una relación de compañeros de juego entre chicos y chicas pasan a sentir un impulso sexual que en principio produce una cierta separación o alejamiento entre unos y otras.
  • Desaparecen los compañeros de juego y aparecen los amigos.
  • Además, en el colegio cambian de ciclo y tienen varios profesores en lugar de uno como tenían hasta ahora, lo que en principio es también motivo de inseguridad e inestabilidad.

Todo ello exige de los padres, y de forma especial del padre, una atención y una dedicación, sin las cuales pueden producirse todo tipo de desviaciones y comportamientos difíciles de orientar al adolescente.

Hay que evitar lamentos y mantener la esperanza, no etiquetar a nuestros hijos adolescentes con frases como “en mis tiempos éramos diferentes”, “con estos jóvenes, ahora, no hay quien pueda”….. Da tranquilidad conocer que en el año 3049 a. de C. en un Templo asirio se lee en una de las inscripciones encontradas lo siguiente:

“El mundo va a una corrupción total,

los hijos no obedecen a sus padres,

los conflictos generacionales son múltiples,

no hay diálogo posible entre padres e hijos”

Da la impresión, y es cierta, de que en todos los tiempos la adolescencia ha sido, es y será una especie de sarampión que, aunque un poco largo, se cura con el tiempo y es necesario para lograr adultos maduros y responsables.

Dividimos la adolescencia en dos periodos (Preadolescencia, de 12 a 15 años y Adolescencia, de 15 a 19). Ambos presentan comportamientos y características comunes que se manifiestan de manera distinta en función de la madurez que van adquiriendo. La adolescencia y la juventud son etapas con entidad y valores propios.

El conocimiento de las características, comportamientos, rasgos y problemas típicos de este periodo nos facilitará entender las serias dificultades que, en ocasiones, se presentan. Los adolescentes necesitan adquirir criterios firmes. Deben procurar controlar los caprichos y necesidades que se crean ellos mismos. Necesitan también aprender a ser disconformes y a reconocer lo que les dañe como persona y aprender a distinguir lo razonable de lo que no lo es, lo esencial de lo accesorio y a saber emplear su dinero responsablemente en función de sus medios.

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