LAS CAUSAS MÁS FRECUENTES DE LAS RABIETAS:
- Necesita autonomía y no la puede tener con los límites impuestos por vosotros y por la sociedad.
- Se siente frustrado al no poder lograr algo inmediatamente.
- Se siente incomprendido.
- Desea controlar él todo el ambiente.
- Desea llamar la atención para recibir cariño.
- Desea descubrir cuáles son los límites que tiene ya que las normas no están claras.
- Se rebela cuando vuestras actuaciones son incoherentes.
PAUTAS PARA AFRONTAR LAS RABIETAS:
- SIEMPRE:
- Sed coherentes con los límites para evitar que luche contra ellos. Sois los encargados de enseñar con el ejemplo y con las palabras.
- No deis cachetes ni gritéis: solo servirá para que empeore y no escuche.
- VARIABLES (En función del niño y la situación concreta):
- Desviar la atención del niño. Distraerle con cualquier otra actividad (un cuento, un juego )
- No prestar la atención que está pidiendo de modo inadecuado para que no relacione el mal comportamiento con el logro de sus propósitos.
- Mantener la calma hablándole con suavidad pero con firmeza. Tratarle con cariño sin que se salga con la suya. Tomadle en brazos si sabéis que eso le va a calmar
- Apoyar al niño cuando tenga rabietas por algún tipo de frustración (por ejemplo celos). En este caso necesita nuevos estímulos y que le escuchen. Mostradle comprensión.
- Conceder tiempo al niño para que recupere él solo el control.
Si algunas rabietas son demasiado agresivas (pega, golpea, arroja objetos…) sujetarle con firmeza y con calma diciéndole, por ejemplo, ‘no puedo permitir que me pegues, así que te voy a sujetar un ratito hasta que te calmes’.
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