La familia tiene que colaborar estrechamente con el profesional encargado de su reeducación para reforzar su desarrollo e ir observando determinados rasgos, que además de las alteraciones del lenguaje, se suelen dar:
Rasgos propios de la Dislexia
- Retraso en la estructuración y conocimiento del esquema corporal.
- Dificultad para los ejercicios senso-perceptivos: distinción de colores, formas, tamaños…
- Torpeza motriz, poca habilidad para los ejercicios manuales y de grafía.
- Movimientos gráficos de base invertidos.
- Suele aparecer la escritura de letras y números en espejo y a veces inicia la escritura de derecha a izquierda.
A pesar de estas dificultades, en general, son niños o niñas con un buen potencial intelectual y, una vez superado el problema, los resultados académicos suelen ser bastantes satisfactorios.
Son niños muy cariñosos y serviciales. Necesitan aún más amor que el resto, pues se equivocan con mucha más facilidad y no son siempre comprendidos como necesitan.