Así sería el comportamiento deseable para nuestros hijos
…que tenga el corazón y la cabeza en su sitio y se sienta feliz;
…que no sólo aprenda a caminar por sendas fáciles, sino también por senderos con obstáculos y dificultades que exigen esfuerzo para superarlos;
…que permanezca fiel en los conflictos humanos y se compadezca de los que hayan caído;
…que tenga un corazón puro con aspiraciones elevadas;
…que sea dueño de sí mismo en cualquier situación;
…que sepa reír sin olvidar cómo se llora;
…que mire el porvenir sin perder de vista el pasado;
…que sepa mantenerse siempre sereno sin dejarse dominar por el lado trágico de las cosas;
…que crezca en humildad para que conozca la comprensión de la sabiduría verdadera y la serenidad de la fortaleza auténtica;
…que siempre aderece todo con buenas dosis de amor y buen humor.
Basado en el texto “La oración de Mc. Arthur”